La cocina de Sariqui: QUERIDOS REYES MAGOS...

En casa ya andamos con los preparativos navideños y como Jordi aún no pide por esa boquita (23 meses), mamá y papá se encargan de escoger los regalitos que consideran mejores para él.

Se rumorea por ahí que soy hija de Pinocho. No por mentirosa (soy una tia transparente 100 %), ni por la nariz larga (aunque ando bien de tamaño), sino por mí OBSESIÓN por los juguetes de madera. Que noooooooo! Pero es cierto que me gustan los juguetes de madera, de los de antes, de los que no se rompen al primer golpe. Aunque también hay alguno de plástico por casa, ¿eh?

También se dice que si soy mormona o algo así, que parece que vivo en el S. XIX, porque me niego a que entren juguetes a pilas en casa, pero para nada, de hecho tenemos tecnología en casa y hasta se la dejamos usar a Jordi, aunque de forma moderada. Pero no necesitamos juguetes que relaten como loros los colores, los animales, las frutas, no queremos un lorito que repita sin parar, queremos un pequeñito que aprenda a su ritmo y acompañarle en su crecimiento, sin bombardeos constantes de información.

Pero no juzgo a pesar de ser juzgada, cada cual haga como quiera/pueda porque somos seres libres-pensadores, claro que sí!

Aquí es dejo nuestra selección:

1. Arcoiris Waldorf

Es un clásico y tenía ganas de que tuviera uno. El año pasado se agotaron y nos tuvimos que conformar con el pequeño, por eso lo hemos encargado con tiempo y ya está en nuestro poder.

2. Bloques traslúcidos sonoros

Desde que el papá oso le hizo la caja de luz al pequeño osito, cada noche juega un ratito con ella en su cuarto antes de ir a dormir. Estos bloques le vendrán fenomenal para jugar con la caja y sin ella. Tienen los colores del Arcoiris y en su interior llevan elementos que los hacen sonoros.

3. Árbol musical

¡A Jordi le encanta la música! Tiene una caja de instrumentos varios que hemos ido adquiriendo desde que nació, a la que se sumará este precioso árbol musical con los colores del Arcoiris que hará las veces de elemento decorativo en el salón. Está recomendado a partir de tres años, porque tiene unas canicas pequeñas, pero las guardaremos y las sacaremos siempre que Jordi quiera jugar bajo vigilancia (aunque ya no se mete las cosas en la boca).

4. Lego Duplo

Jordi descubrió Lego Duplo este verano en vacaciones y desde entonces la cajita que le compramos es uno de sus grandes entretenimientos. Como la caja traía poquitas piezas, le hemos pedido una caja con mogollón de piezas para que no pare de construir (he de reconocer que los que más vamos a disfrutar somos los papas, que estamos deseando que llegue Reyes para darle al Lego).

5. Patoninete 3 ruedas

El año pasado probamos con un triciclo, pero fue un fiasco, no le hacía caso y ocupaba mucho espacio. Pero ahora lleva un par de meses que muestra interés por los patinetes, en el parque como vea alguno se quiere montar y al salir de la guarde quiere coger el de los peques que van en patinete y lo dejan aparcado en la puerta. Así que hemos decidido comprarle uno, eso sí con un casco a juego para que vaya lo más seguro posible.