Periodista de profesión, estudió el curso de cocinero en la
escuela Hoffman por el puro placer de aprender a cocinar y mucho antes de saber
que se dedicaría a esto. Le gusta comer bien y defiende la idea de que la gente ha de
volver a cocinar en casa.

La clase tocó su fin y, tras la inevitable foto para el
recuerdo, Mikel, con su eterna camisa de cuadros y su mochila al hombro, decía
adiós mientras subía al taxi.
P.D: Tenía pensado llevar el libro para que me lo firmara, pero
como fue todo tan inesperado… Confío en volverlo a ver otro día.
Yo no tengo el gusto de conocerlo, pero alguna cosa he leido de él, su humor ácido me pareció de muy mal gusto en una ocasión, claro que ahora es lo que se lleva
ResponderEliminarbesos y feliz año nuevo
Yo suelo seguirle en elpais.com y en la Ser. Seguro que habéis pasado un buen rato.
ResponderEliminarBesinos, buen fin de semana
que pena lo del libro,otra vez será...besitos
ResponderEliminarCon Mikel la diversión y el buen humor estarían asegurados.
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