Final de Masterchef y... ¿ahora qué?

Ayer fue la esperadísima (al menos para mí) final de Masterchef. Que conste que en mi opinión ésta ha sido la peor edición de las tres, por varios motivos como las malas formas del jurado y la constante publicidad encubierta en una cadena pública, entre otros. Pero eso no quita que la haya seguido y que tuviera ganas de ver la final y conocer al ganador.

Vi el programa de principio a fin, pero ya sabía/intuía quienes iban a ser los finalistas y, aún más, quien sería el ganador. Previsible o no, pero entre la insoportable y creída Sally y el mazado de Carlos, que se mueve como pez en el agua en la cocina, estaba cantado que sería él quien se alzaría con el título, y así fue.

Aunque ambos contrincantes hicieron una buena participación, las elaboraciones de Carlos fueron de lo más sorprendentes y bien podrían estar en la carta de un restaurante 3 estrellas. Seguí cada minuto (aunque con una teta ocupada ^_^) hasta que Pepe dijo el nombre del ganador, Carlos.

La verdad es que quien más lo merecía era él, pero hay algo que me chirría. Según comentó Carlos durante el programa de ayer, si ganaba iba a montarse un negocio de Food Truck y iba a viajar mucho. Qué casualidad que en breve empieza un programa de cocineros al volante en la primera, donde concursarán diferentes cocineros food truckers, un negocio de moda en España. Hoy en Corazón Carlos ha confirmado mis sospechas, va a participar en el nuevo concurso con su padre. Lo que me lleva a pensar que está todo guionado, todo está preconcebido, que Carlos estaba predestinado a ganar Masterchef desde el principio, porque tiene tirón televisivo y así al acabar el concurso te aseguras la audiencia del siguiente programa.

Llamadme malpensada o adivina, piensa mal y acertarás. Si lo que querían era asegurar espectadores lo han conseguido, porque tengo pensado ver el nuevo programa, porque tengo sed de programa cocinitas.

¡Suerte!