Conservas: Mermelada de tomate

Se nos va el verano y con él algunas frutas y verduras de temporada que me encantan. Una manera de conservarlas todo el año es hacer mermelada, que, además de estar super rica, es sana y natural.

Este sábado estuve cenando en Pepa Tomate, un restaurante de Barcelona que me encanta, y entre los platos que prové hubo uno que me encantó: Tomates verdes fritos con queso Brie y mermelada de tomate. ¡Delicioso! Además, me dio la idea para dar salida a esos tomates tan rojitos que me dio mi tio Mingo del huerto.

Además, tenía unos tarros con unas tapas super bonitas que me mandaron desde  Glass Pack y que estaba deseando utilizar.

Para los que no sepáis que es Glass Pack, aquí os cuento un poco. Glass Pack es distribuidor de envases, botellas, tarros y frascos de vidrio o cristal, y sistemas de cierre para Licores, Cerveza, Vinos y Cavas, Aceites y Vinagres y Productos Alimentarios. Además de vender a grandes empresas, también venden a particulares en pequeñas cantidades.

Mermelada de tomate

Ingredientes para 6 botes pequeños:

1 kg de tomates

300 gr de azúcar

El zumo de medio limón

Pon una cazuela a hervir para escaldar los tomates. Haz un corte en cruz en el culo de los tomates para facilitar el pelado. Introduce en el agua caliente y deja unos minutos.

A continuación,  escurre el agua y añade agua fría y unos cubitos de hielo, el contraste de frío calor ayudará a que la piel salga más fácil.

Pela y corta los tomates en trocitos pequeños. Puedes sacar las semillas, a mi me gusta tal cual con semillas, porque son el caviar del tomate.

Añade el tomate a la cazuela, junto con el azúcar y el zumo de limón. Deja macerar unos minutos y luego pon a fuego medio.

Cuece durante 35 minutos, removiendo de vez en cuando. Te quedará algo líquido, pero cuando enfríe tiende a coger más cuerpo. Si te gusta que quede algo más espesa, puedes añadir una cucharada de agar-agar o una lámina de gelatina.

Para el fuego y rellena los botes con sus tapas herméticas y pon al baño maría durante 20 minutos.

Saca los botes de la cazuela y deja reposar antes de guardar en la despensa.

Los puedes usar durante todo el año e incluso te servirán como regalo para llevar cuando vas a cenar a casa de alguien.