7.13.2015

¡Ya tenemos panera de los tesoros!

Hemos incorporado una nueva actividad a nuestros juegos diarios, la panera de los tesoros. Es una propuesta de juego integral que favorece la atención, la concentración y la exploración, a la vez que actúa de estímulo para los cinco sentidos: el descubrimiento y el desarrollo del tacto, el oído, el gusto, el olfato, la vista y el sentido del movimiento del cuerpo. 

La panera de los tesoros se puede trabajar con niños de 6 a 12 meses de edad, así que es perfecta para iniciar ahora que Jordi acaba de cumplir 6 meses. 





Los objetivos didácticos de este juego son:

  • Favorecer la capacidad de concentración, atención y exploración.
  • Descubrir las propiedades de los objetos.
  • Ejercitar la autonomía del niño, fomentando que aprenda solo y por sí mismo.
  • Favorecer la estructuración del pensamiento.
  • Favorecer la estimulación de todos los sentidos (oído, tacto, vista, olfato y gusto).
  • Favorecer la socialización e interacción.
  • Desarrollar la coordinación ojo-mano, así como la prensión fina (pinza).

La panera ha de ser de mimbre duro, de unos 35 cm de diámetro y unos 8 de altura. Es importante que sea sólido, plano, estable y que no tenga asas. 

Nosotros la guardamos en la mesita de centro del salón, así la tenemos a mano en cualquier momento. Es importante acompañar al peque en todo momento durante el juego porque lo que contiene la panera no son juguetes y hay que supervisar la manipulación de los objetos por parte del bebé para evitar que se pueda hacer daño.

La panera ha de contener diferentes objetos que puedan generar el mayor número de sensaciones posibles al peque, por lo que han de ser variados de naturaleza, peso, textura...

Se pueden incluir objetos naturales (conchas, tapones de corcho...), de madera (palos, cuchara, carraca, pinzas de la ropa...), vidrio o cerámica, telas de diferentes texturas, metálicos, de mimbre...

Lo importante es que haya gran variedad de objetos y dejar al peque que experimente, que coja el objeto que quiera. Se lo llevará todo a la boca, así que no hay que decir que ha de estar todo limpio.

Es importante ir renovando la panera y retirar aquellos elementos a los que no muestra gran atención y poner otros según sus gustos o preferencias.

En cuanto a la duración del juego, no hay un tiempo establecido, simplemente hasta que veas que el peque pierde el interés. 

 

¡Que tengáis un feliz juego!

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