6.09.2011

Porque un milhojas no siempre es dulce

Antes cuando escuchaba milhojas me venían a la mente las fabulosas pastas de hojaldre rellenas de crema, nata, chocolate... Un día descubrí en un restaurante que también se pueden hacer milhojas saladas y aquí tenéis una de mis versiones: Milhojas de pollo con calabacín.

Milhojas de pollo con calabacín
Ingredientes para 2 personas:
1 pechuga de pollo
1 calabacín grande
2 cebolletas
Aceite
Sal
Azúcar
Orégano
Queso rallado

Lava y corta el calabacín a láminas de medio centímetro de grosor aprox.
Filetea el pollo o pide que te lo corten así cuando lo compres.
Pasa por la plancha el pollo y el calabacín, y luego monta las raciones en una bandeja de horno. Primero una capa de calabacín, luego una de pollo, y repite operación una vez más, acabando con el calabacín.
Añade el queso rallado y el orégano por encima y gratina a 200 ºC hasta que te quede doradito.

Para el acompañamiento. Corta las cebolletas en juliana y póchalas en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando estén bien blanditas, añade un par de cucharaditas de azúcar y deja que caramelice a fuego lento.

Luego monta el plato con la cebolleta y el milhojas y listo para comer.

Bon profit!

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