La verdad es que quedan muy resultones, esponjosos y sabrosos. Se pueden rellenar de dulce y salado y a los peques les encanta. Son ideales para el desayuno y la merienda y se pueden congelar una vez fríos.
Pan de leche
Ingredientes para 10 panecillos:
125 gr de leche
50 gr de azúcar
25 gr de aceite de oliva virgen extra
1 huevo L
1 cucharadita de vainilla líquida (o en polvo)
15 gr de levadura de panadero fresca
300 gr de harina de fuerza
1 pizca de sal
En un cuenco grande añadimos todos los ingredientes menos la harina y los mezclamos bien con las varillas hasta que estén todos bien integrados.
Vamos incorporando la harina poco a poco y vamos mezclando primero con una cuchara y luego con las manos. Tiene que quedar una masa lisa, sin grumos y algo pegajosa.
La dejamos fermentar hasta que doble su volumen (aproximadamente una hora).
Pasado este tiempo, espolvoreamos la encimera limpia con un poco de harina y empezamos a amasar para eliminar el aire que haya generado al doblar su volumen. Formamos una bola y estiramos con un rodillo (si no tienes puedes usar una botella de cristal), dejando la masa de un grosor de 1 cm aproximadamente.
Precalentamos el horno 220 ºC en posición arriba y abajo.
Con un cortapastas de forma oval o redonda cortamos porciones de masa y las vamos dejando sobre la bandeja del horno, que tendremos preparada anteriormente con papel de hornear, hacemos un corte en el centro de cada panecillo y dejamos doblar de nuevo el volumen (1 hora más aproximadamente).
Pasado este tiempo, pincelamos los panecillos con un poquito de leche y horneamos a 180 ºC durante 10 minutos aproximadamente. El tiempo es orientativo, tenemos que fijarnos que el pan se va poniendo doradito.
Una vez horneados retiramos la bandeja del horno, dejamos 5 minutos el pan sobre la bandeja del horno y a continuación dejamos enfriar el pan sobre una rejilla.
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